miércoles, 17 de diciembre de 2014

CONGRESO: PROFESORADO Y CONVIVENCIA

 
CONCLUSIONES DEL CONGRESO <PROFESORADO Y CONVIVENCIA>

1. La situación de los docentes en cuanto a su trabajo es complicada y cada vez lo será más. Es necesario adquirir competencias profesionales que sirvan para vivir en el contexto en que se trabaja, competencias interactivas que fortalezcan al profesorado para hacer frente a los nuevos problemas, ya que intentar volver al pasado supone una derrota segura.
2. Los objetivos a conseguir se dirigen a la satisfacción profesional de los docentes y al bienestar educativo del alumnado; esto supone recuperar el prestigio profesional del profesorado y conseguir que los alumnos/as, recuperando la motivación, aprendan más. Los principales obstáculos para ello son el malestar docente, que se manifiesta como desfondamiento, agotamiento profesional y despersonalización de las relaciones sociales, y también las conductas disruptivas de los alumnos/as y la violencia del profesorado hacia los alumnos/as y de los alumnos/as hacia sus profesores/as.

3. Las estrategias para lograr los objetivos y superar los obstáculos pasan por un adecuado desarrollo organizativo, la mejora de las relaciones en el aula, el refuerzo de la autoestima del profesor y de su equilibrio emocional y el afianzamiento del compromiso moral del profesorado, ya que la educación es una tarea que exige valores para educar a las nuevas generaciones.
4. La tarea educativa exige la implicación de la comunidad en el fomento de la convivencia. Como demuestran el trabajo y las buenas prácticas de distintos centros educativos, es posible llevar a cabo esta tarea conectando a las distintas Instituciones implicadas en el centro educativo, elaborando códigos consensuados, haciendo de la convivencia el objetivo común de la tribu, trabajando con calidad y calidez y buscando soluciones para motivar al alumnado.
5. El trabajo de la convivencia en positivo pasa por el desarrollo de una adecuada educación emocional, entendida como un proceso educativo continuo y permanente que pretende potenciar el desarrollo emocional como complemento del desarrollo cognitivo, educando para la vida. Para ello es necesario diseñar y aplicar programas de educación emocional, intensificar la formación del profesorado en estos temas, elaborar materiales para su aplicación y contar con las familias para su desarrollo.
6. La Educación para la Ciudadanía permite e impulsa el trabajo de la convivencia en positivo; una sociedad que quiera sobrevivir debe trabajar las competencias emocionales y el desarrollo de las emociones positivas como la alegría, el humor, el amor y el bienestar emocional. Más allá de sus posibles concreciones, la Educación para la Ciudadanía aparece como un espacio idóneo para el fortalecimiento de las competencias emocionales y, por tanto, para el desarrollo de la convivencia en positivo, constituyéndose en “algo más que una asignatura” y no “una asignatura más”.
7. El aprendizaje de la convivencia es un aprendizaje complejo que se construye desde temprana edad, en el seno de las instituciones sociales, con los adultos y entre iguales. En el fondo de la buena convivencia está el desarrollo del criterio moral y el éxito en el aprendizaje se produce en el seno de instituciones con fuerte densidad moral. Una escuela que se ajuste a la educación en valores deberá desarrollar capacidades básicas complejas (autoestima, asertividad, empatía, capacidad de diálogo, …), así como estrategias metodológicas generales y específicas.
8. La orientación educativa pretende ayudar a las personas a imaginar, planificar y llevar a cabo un proyecto de vida satisfactorio, así como ayudar a planificar de la manera más personalizada posible los procesos de enseñanza y aprendizaje, para favorecer el máximo desarrollo de la persona, con la implicación de diferentes agentes educativos y sociales. Así, la orientación educativa se plantea desde un enfoque multiprofesional y comunitario de la educación, contando con diversos profesionales y desarrollando amplias competencias, más allá del ámbito estrictamente escolar.
9. La orientación es un derecho, y no sólo un servicio, que debe ser desarrollado y garantizado por la Administración pública. Debe contribuir a eliminar los distintos tipos de violencia presentes en la escuela (curricular, organizativa, evaluadora, sobre las expectativas del alumnado, etc.) desde los principios de calidad, equidad y responsabilidad compartida. Debe también desarrollarse desde un planteamiento matricial, cruzando la Administración con los distintos sectores, con los distintos profesionales, con las necesidades del alumnado y de sus familias, de manera que se cree una red integral de apoyo a la infancia y a la adolescencia.
10. Se constata un déficit de formación del profesorado para trabajar la convivencia y el afrontamiento positivo de los conflictos. Convivencia y ciudadanía democrática constituyen un objetivo educativo en sí mismos. Esto implica la mejora de las relaciones interpersonales entre los miembros de la comunidad educativa que se traduce en mejor calidad de vida, mejoría de los resultados académicos y mejor prevención de cierto tipo de conflictividad.
11. Los contenidos de la pedagogía de la convivencia democrática incluyen el tratamiento de los derechos humanos, la laicidad, la ciudadanía, la solidaridad, la no violencia, el respeto, la diversidad, la ternura, el conflicto y la esperanza. Asimismo, hacen frente a los factores disgregadores de la convivencia democrática y, en concreto, el odio, los maniqueísmos y la idea de enemigo, el miedo, los fundamentalismos, las mentiras, la corrupción, el dominio y las discriminaciones.
12. La formación para la convivencia asume varios presupuestos: el conflicto como punto de partida, el entendimiento de la estructura del mismo, la importancia de la afectividad y del cultivo de las relaciones interpersonales, la planificación del trabajo desde los diferentes ámbitos del currículo, la aceptación de las diferencias y el compromiso con los más necesitados, la formación asentada en la organización democrática, la ciudadanía y los derechos humanos y la combinación de la teoría con la práctica. Asimismo, se concibe al profesor/a como un profesional que domina su materia, conoce diferentes estrategias didácticas, sabe crear grupo, está comprometido con su rol de educador y es agente de esperanza.
13. Para favorecer la convivencia y la inclusión del alumnado no es suficiente el apoyo individual a un alumno o alumna, sino que hay también que reestructurar la escuela y el aula para que se pueda integrar la diversidad del alumnado; uno de los aspectos más susceptibles de reestructuración se asienta en la relación que mantiene el profesorado con sus alumnos/as.
14. En este sentido, del análisis de lo que sucede en el aula se ve que es positivo personalizar la relación y no limitarse sólo a enseñar, plantear una interacción salpicada de humor, relacionarse haciendo valoraciones de todos los alumnos/as y practicando flexibilidad en los acuerdos. A su vez, hay que evitar las interacciones que tienen lugar bajo la tensión y el antagonismo, y especialmente las generadoras de antagonismo y tensión encubiertos, la velocidad excesiva, pasar del alumnado o mostrar favoritismo y descrédito. La convivencia en el aula conlleva, entre otras cuestiones, la reflexión del profesorado sobre las formas de interacción que mantiene con su alumnado.
15. La autoridad del profesorado se define como la capacidad y posibilidad de influir en sus alumnos/as para que hagan cosas, mantengan determinados comportamientos, etc.; para su refuerzo no hay recetas ni son válidas las simplificaciones, dependiendo esta capacidad no sólo de los sujetos, sino también de los contextos e instituciones. A lo largo de la historia se ha ido desarrollando de distintas formas y, en nuestra sociedad, se ve afectada por las consecuencias de la expansión de la información y la quiebra de los conocimientos y valores válidos para la sociedad del futuro.
16. La nueva autoridad del profesorado pasa por la constitución y refuerzo de la comunidad educativa como espacio de paz, afecto y ayuda mutua, comunidad educativa que reserva un amplio espacio a la participación y que acepta como importante plantear un reto cívico para sus alumnos de cara a la sociedad en la que viven. Es posible construir la nueva autoridad del profesorado si se trabaja en equipo, se trabaja paso a paso y se celebran los éxitos que se van alcanzando.
17. Trabajar la convivencia en los centros y en las aulas sigue siendo un reto importante y es necesario ayudar y potenciar al profesorado para que pueda llevar a cabo esta labor. El Congreso insta a las Administraciones Educativas a continuar trabajando en esta línea, y al Ministerio de Educación y Ciencia para que siga impulsando la coordinación y el refuerzo del trabajo de todos los profesores y profesoras.
Madrid, 6 de abril de 2008